“Tuve otro sueño, podía
verme ayudando a jóvenes
mujeres salir de las calles
y del tráfico”.
Mayo 2020 — pg. 19
Eres ml
aquella pequeña iglesia, le pidieron ayudar con el
ministerio de niños.
“Fue una de las cosas más grandes que me han
sucedido. Dios comenzó a enseñarme cómo enseñar a
los niños. Así fue como aprendí a estudiar la Palabra de
Dios”, dijo: “Simplemente me deleitaba con Su Palabra y
la llevaba al ministerio de niños”.
Por medio de un sueño, ella más tarde sintió que
Dios la guiaba a otra iglesia, pero no había conocido el
nombre de la nueva iglesia, excepto en su sueño.
“Tomé el directorio de teléfonos, y comencé a buscar”,
dijo Houston, quien encontró la iglesia y comenzó a
asistir. “Esa iglesia a la que Él me envió era una iglesia
tan amorosa. Allí fue en donde encontré el amor”.
Ella también aprovechó las oportunidades de
enseñanza en la nueva iglesia. Además, sintió un
llamado de Dios a que limpiara el edificio del templo
que también servía de base para una escuela cristiana a
la que sus hijos comenzaron a asistir y ella encontró un
empleo.
“Un día, se iba a celebrar una boda, y Dios le dijo:
´Límpiala´, y yo la limpié para esta boda´”, dijo: “Cuando
yo estaba limpiando aquella iglesia y escuela, no sabía
que estaba sembrando una semilla para mi futuro”.
Otro día, vio a una joven mujer en una calle cerca a su
casa en Seattle. Yo dije: ´Si alguna vez necesitas a alguien,
yo vivo aquí mismo´”, dijo: “En menos de una semana,
ella llamó a mi puerta, probablemente como a la 1 o 2 de
la madrugada. Abrí la puerta, y el Señor dijo: ´Dale de
comer y un lugar para dormir´. Ella durmió hasta muy
tarde, y el Señor dijo: ´Dale de comer y háblale acerca
de Mí´. Saqué mi flanelógrafo y le compartí cómo Jesús
la amaba y había muerto por ella. La guié a la salvación,
luego se bañó y se fue”.
Eventualmente ella sintió que Dios la guiaba a una
tercera iglesia en la que conoció a George Houston,
quien ahora es su esposo. Su iglesia anterior finalmente
cerró, y su iglesia actual compró y se mudó al edificio
de su iglesia anterior. George y Sheila pidieron permiso
para celebrar su boda y recepción allí. Ella dijo que
ellos eran el “primer matrimonio de la iglesia que Dios
mandó limpiar hace unos dos años, así que Dios es fiel”.
Después de que su madre se fue a la presencia del Señor,
ella decidió regresar a la escuela y lograr su diploma
GED debido a que nunca había terminado la escuela
preparatoria. Ella no se proponía estudiar educación
superior, pero luego escuchó el testimonio en la iglesia
de uno de los primos de George que era presidente del
cuerpo estudiantil en un colegio comunitario local.
Después de que el primo se sentó, el pastor preguntó:
“¿Quién le tiene miedo a la educación? Sheila se puso de
pie. El pastor hizo una oración para derribar su barrera,
y ella escuchó a Dios decirle que fuera a la universidad.
Ella asistió al colegio comunitario y consiguió un título
de asociada. Luego siguió en la Universidad Pacífico de
Seattle y consiguió su título de bachiller en conducta
organizacional con un certificado en comunicación.
Luego ella se registró en la Universidad de Seattle
donde consiguió una maestría en liderazgo ejecutivo
no lucrativo, un certificado de liderazgo pastoral y
después un certificado pos maestría en espiritualidad
transformadora y un doctorado en el ministerio.
Houston fue invitada a trabajar como directora del
programa Nocturno de Alcance en Ministerios Nuevos
Horizontes que se especializa en víctimas de tráfico
sexual y jóvenes que experimentan falta de un hogar. En
un retiro de mujeres antes de llegar a Nuevos Horizontes,
ella tuvo un sueño de arrebatar a las mujeres del tráfico
y ayudarlas a regresar a casa.
“Y ahora antes de mi segunda entrevista con Nuevos
Horizontes. Tuve otro sueño, podía verme ayudando a
jóvenes mujeres salir de las calles y del tráfico”, dijo.
Ella aceptó el empleo con Nuevos Horizontes para
ayudar a las mujeres a escapar de la explotación sexual y
el tráfico humano. Ella y sus equipos permanecerían en
la esquinas de las calles todos los viernes y sábados en la
+ Rev. Dr. Sheila Houston (centro) y miembros de su familia se toman una
foto con la alcandesa de Seattle Jenny Durkan (tercera de derecha a izqui-erda)
después de que Durkan le otorgara a Houston el Premio Trailblazer
Contra el Tráfico. Foto cortesía del Superintendente Michael Forney.
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