la familia que decide adoptar hijos que no son de la misma herencia
étnica que los padres?
Si la pareja es blanca y los niños son de color o la pareja es bi racial y
los niños son mixtos, ¿podría ser que la naturaleza misma de nuestro
Dios diverso esté más plenamente representada cuando la iglesia de
Dios es un mosaico colorido formado por todas las naciones, tribus
y lenguas? Pero a fin de buscar la unidad racial, debemos aprender a
hacer a un lado nuestro viejo yo y abrazar nuestro nuevo yo en Cristo
Jesús. Debemos ser motivados por el llamado a cumplir juntos la
misión, y luchar en contra del enemigo común porque todos estamos
en el mismo equipo. Hacemos a un lado nuestras preferencias
culturales, preferencias de lenguaje, diferencias teológicas, de clase
o condición social y tomar una posición de humildad, amabilidad,
paciencia, comprensión y hospitalidad a fin de trabajar a favor de
la unidad por medio del Espíritu Santo. Tenemos la oportunidad de
hacer esto en nuestra iglesia y nuestro mundo decidiendo servir a
aquellos que son diferentes a nosotros.
1 Pedro 4:10 nos amonesta: “Cada uno ponga al servicio de los
demás el don que haya recibido administrando fielmente la gracia de
Dios en sus diversas formas”. La palabra diversas: poikilos en griego,
en realidad significa multicolor. Se traduce diversas o varias, pero es
una palabra que se usa para describir prendas de vestir, un vestido
pintoresco con gran cantidad de colores que van juntos. Pedro está
escribiendo a un grupo de etnicidades todas diferentes, y él llama
a la gracia de Dios multicolor. ¿Podría haber una metáfora mejor
que pudiéramos usar para personas de diferentes culturas y razas
reuniéndose para un mismo fin?
1 Pedro está escrita a un conjunto de grupos muy diferentes. No
está escrita para un grupo de judíos, todos iguales en raza y religión
que todos creían que Jesús era el Cristo. Estas personas no estaban
hechas de la misma clase o grupo étnico. Está escrita a personas que
se juntan porque aman a Jesús, aunque tienen muy poco en común.
No son de la misma familia. Tienen diferentes empleos. Tienen
tradiciones diferentes. Tienen diferentes idiomas, y Pedro describe
esta iglesia como surgiendo de muchas naciones, pero ahora tienen
una nueva nación; se han unido como uno en Cristo Jesús. Él dice
que todos somos un nuevo sacerdocio santo, que surge de cualquier
trasfondo que hayamos tenido, pero ahora con acceso directo a Dios
por medio de Jesucristo.
Unidos por el Reino
Siempre que Dios va a usar a Su pueblo de una manera poderosa,
Satán va a tratar de crear caos y división dividiéndonos en lo físico.
Pero cuando nos unimos, podemos luchar contra un enemigo común
y podemos luchar en lo espiritual. El enemigo nos quiere dividir en
cuestiones de raza para que vivamos ocupados peleándonos unos
con otros y que no podamos luchar contra nuestro enemigo común a
fin de hacer avanzar Su reino, no nuestras agendas políticas.
La Guerra de Vietnam tuvo lugar en los 60, cuando las tensiones
raciales estaban en su punto más alto de todos los tiempos en nuestro
país. Había disturbios entre blancos y negros en los Estados Unidos,
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pero se esperaba que esas mismas personas pelearan juntas en contra
de su enemigo común que era Vietnam. No era fácil, pero aquellas
tropas aprendieron que, si tú permites que la raza te divida, luego tu
verdadero enemigo te aniquilará. Así comenzaron a trabajar juntos
para verse unos a otros como hermanos y hermanas en armas y
cuidarse las espaldas porque sabían que era la única manera de salir
con vida. Las mismas tácticas que su enemigo usó entonces son las
tácticas que el enemigo sigue usando ahora. Si podemos unirnos bajo
la sangre de Cristo, podremos luchar en el campo de batalla y ver
la victoria que Dios ya ha puesto a nuestra disposición, porque en
Cristo somos uno y somos llamados a vivir vidas dignas del llamado.
Pablo escribe en Efesios 4:1-6: “Por eso yo, que estoy preso
por la causa del Señor, les ruego que vivan de una manera digna
del llamamiento que han recibido, siempre humildes y amables,
pacientes, tolerantes unos con otros en amor. Esfuércense unos con
otros en amor. Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu
mediante el vínculo de la paz. Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu,
así como también fueron llamados a una sola esperanza; un solo
Señor, una sola fe, un solo bautismo; un solo Señor, una sola fe, un
solo bautismo; un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos y
por medio de todos y en todos”
La unidad racial no es una frase para sentirse bien e irla lanzando
alrededor. La unidad racial tiene que ser impulsada por un
fundamento en Jesucristo y el evangelio, pero si todos queremos
la unidad racial, luego nos perdemos completamente el evangelio
de Jesucristo. Usamos palabras como justicia social, reconciliación
racial y diversidad en nuestra declaración de misión como si
estas palabras solas pudieran crear paz y unidad. Podemos solo
experimentar verdadera unidad cuando nos juntamos alrededor de
la cruz para llevar reconciliación a todas las gentes, estar en contra de
nuestro enemigo común y unirnos como un cuerpo – resuelto, bello,
diferente y diverso.
Como una pareja méxico-estadounidense y coreana-canadiense,
sabemos que nuestra relación no comenzó por falta de interés en
nuestras propias etnicidades o el deseo de ser una pareja diversa.
Sabemos que Dios es el único que nos unió, y nos unió porque
simplemente éramos guiados por Dios para trabajar juntos en
el mismo propósito. Estamos unidos como seguidores de Cristo
que proceden de dos diferentes culturas con un profundo aprecio
por nuestro lugar de origen, del lugar de donde vinieron nuestros
padres, y para donde vamos ahora como familia “mexicoreana”.
Para nosotros, Kimchichanga es un buen ejemplo de unidad racial
que encontramos en el seno de nuestra comunidad. ¿De modo que
cuál es tu Kimchichanga? ¿Cuál es el ingrediente que falta en tu
comunidad que tomará lo que es bueno y lo engrandecerá? ¿Cuáles
son los grupos que faltan en tu iglesia y en tu círculo que necesitan
con desesperación completar el cuadro y demostrar plenamente al
mundo cómo es el reino del cielo?
Nuestra oración para ti es que encuentres este ingrediente mágico
que posiblemente no te diste cuenta que te has estado perdiendo en
tu vida.+
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