y poder utilizados para oprimir a los afroamericanos, latinos, asiáticos, pacífico-americanos, y otros pueblos
sobre la base de etnicidad, cultura, maneras, y color”. Esta definición es importante porque se aparta
de las desafortunadas acciones de racistas individuales y habla al racismo institucionalizado y racismo
sistémico que beneficia a algunos, pero se niega a todos los demás.
El Racismo es abuso de poder. La habilidad de renunciar al poder es el principio de la reconciliación.
Las dinámicas del poder se evidencian en la manera en que procuramos la igualdad y la oportunidad
entre nuestras estructuras y liderazgo. Jesús demostró esta renunciación cuando“se despojó a sí mismo,
tomando la forma de siervo” (Filipenses 2:7, RVR1960). Siguiendo la dirección de Jesús, Pablo recorrió un
largo camino para renunciar a su poder personal, moral, religioso y étnico por amor de Jesús (Filipenses
3:7-11). La teóloga Grace Ji-Sun Kim lo expresa con mucha claridad: “Renunciamos a nuestro poder
cuando le decimos no a oportunidades a fin de que otras voces puedan ser escuchadas”.
Nuestro Encargo de Reflejar el Corazón de Dios
La iglesia tiene el encargo de reflejar el corazón de Dios, y la sabiduría de Dios debe ser revelada por
medio de la iglesia. Efesios 3:6 nos dice: “es decir, que los gentiles son, junto con Israel, beneficiarios de la
misma herencia, miembros de un mismo cuerpo y participantes igualmente el evangelio”. Pablo continúa
en vrs. 10 y 11: “El fin de todo esto es que la sabiduría de Dios, en toda su diversidad, se dé a conocer
ahora por medio de la iglesia, a los poderes y autoridades en las regiones celestiales conforme a su eterno
propósito realizado en Cristo Jesús nuestro Señor”.
Además, la visión del reino de Dios como se revela en Apocalipsis 7:9 sugiere que el reino del cielo es
saturado en la celebración y llegada a casa de todo el pueblo. El texto declara: “Después de esto miré, y
apareció una multitud tomada de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas; era tan grande que nadie
podía contarla. Estaban de pie delante del trono y del Cordero, vestidos de túnicas blancas y con ramas
de palma en la mano”. En este conocimiento, la discriminación racial de toda persona es en contra de la
visión que Dios tiene para la creación.
La iglesia es encargada de reflejar el corazón de Dios con relación a la igualdad y la inclusión. Por tanto, la
Iglesia Metodista Libre desea darle agencia al desmantelamiento del racismo sistémico para ver el reino
del cielo en la tierra.
Compromiso en el nivel organizacional, individual, y social:
Mientras que muchos Metodistas Libres han buscado la igualdad y unidad a través de la raza, la cultura, y la
etnicidad, la Iglesia Metodista Libre reconoce con mucho pesar que la igualdad y la unidad no siempre han
sido, priorizadas u obtenidas por los Metodistas Libres. La Iglesia Metodista Libre está comprometida a la
igualdad y la unidad por medio del amor de Cristo entre las razas, culturas, y etnicidades organizacional,
individual y socialmente.
Como organización, como individuos, y como sociedad, la Iglesia Metodista Libre se compromete a:
1. Una actitud incesante, humildemente y con sentido autocrítico, reconociendo la facilidad con la que
nuestras propias limitaciones nos pueden cegar a las experiencias e intereses de otros (Filipenses 2:3-
4).
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Unidad Racial Documento de Posición de la Iglesia Metodista Libre - USA — Página 3
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