Octubre 2020 — pg. 29
de edificación como que “el que reanima será reanimado
(Proverbios 11:25).
Aquí ofrecemos cómo extraer esto del sueño y llevarlo a
la corriente de los hechos. Tú puedes comprar una caja de
tarjetas, o puedes crear tu propia tarjeta.
Comprar una tarjeta puede ser un deporte. Yo tuve una
hermosa amiga de cabello blanco, Anna, quien era una
maestra en encontrar exactamente la tarjeta correcta. La
extraño sobremanera, pues falleció recientemente. Extraño
sus tarjetas también (y muchos de los deliciosos días de
esperarlas antes de los cumpleaños y Navidades). Anna
era compradora de una sola tarjeta en una gloriosa cacería
de tesoros. Una vez me dijo, con una gran sonrisa, cómo
disfrutaba la búsqueda, hasta el momento en que decía con
un chasquido de dedos: “¡Eso es! ¡Perfecto!
Tú puedes hacer planes anticipados para buscar muchas
tarjetas sobre el mismo viaje, o, especialmente en tiempos
de pandemia, en línea. O puedes comprar un par de cajas de
tarjetas. Yo tengo a la mano una caja con tarjetas en blanco y
una caja de temas de ocasión variados. Aunque las tarjetas con
mensajes pre-impresos no siempre son tan personales como
yo quisiera, puedo añadir una nota personal manuscrita, y
no necesito salir corriendo a comprar una tarjeta si el tiempo
es corto como en el caso de un cumpleaños casi olvidado, o
una muerte repentina.
Luego viene la tarjeta que merece ser enmarcada. Tengo
una amiga que puede emplear hasta seis horas en crear una
tarjeta fantástica. Mis tarjetas son muy sencillas. Toman
un tiempo para disfrutarlas, pero no mucho. Tengo a la
mano una cantidad de tarjetas antiguas de días festivos y
de cumpleaños, fotos, sellos de goma, cojinetes entintados,
cuadros y reflexiones de calendarios, versículos bíblicos y
otras frases de sabiduría. También tengo una cantidad de
sellos de correo, cinta, pegamento, listones, tijeras, pegatinas
– y la confianza de que todo lo sencillo es bueno porque
estoy mandando mi amor. Me he dado cuenta de que crear
una tarjeta puede ser relajante y restaurador, igual que un
mini retiro en un día agitado
De modo que estamos listos para empezar. Tu tarjeta
te mira muy atenta desde tu escritorio. Te sientas y tomas
tu pluma. ¿Qué escribes primero? Tenme confianza. Lo
primero que escribes es el nombre del destinatario y su
dirección en el sobre, y tu dirección de remitente en la parte
superior izquierda. Luego, inmediatamente colocas el sello o
estampilla en la parte superior derecha.
Hacer estas tres pequeñas cosas en primer lugar (no
importa lo tedioso que puede ser encontrar la nueva
dirección de tu abuela) será lo que te asegure que tu tarjeta
se deposite en el correo. Dejar estos pasos para “después”
puede significar que ese “después” nunca llegue –hasta que
finalmente no se envíe en absoluto. Este mal momento
puede impedirte que lo intentes de nuevo, mientras que una
tarjeta enviada te da la satisfacción de que lo hiciste todo y
expresaste tu preocupación. ¡Te hace sentir bien!
Ahora tus amables pensamientos por escrito.
Si tu tarjeta viene con un mensaje ya impreso, eso puede ser
todo lo que haga falta. Añade la nota personal si es necesario.
Siempre es bueno conocer a la persona a la que le escribes,
amable pero directo, cómo se encuentra la relación. Para
esto hay que usar el sentido común. Utilízalo confiadamente
para tener claridad, luego escribe en consecuencia.
Si estás dando gracias por una primera cita para comer
en un lugar agradable al aire libre (que fácilmente toma una
misión de reconocimiento para localizarlo en estos tiempos),
expresa gratitud sin ser demasiado efusivo(a) o imaginando
que estás comprometido(a). (Puede ser tu primera y única
cita si no lo manejas bien).
Reconoce la importancia de mantenerte enfocado en
lo que estás escribiendo. ¿agradecimiento? ¿estímulo?
¿cumpleaños? ¿sólo un saludo? No te apartes de ello, y de
la brevedad apropiada, que es la naturaleza de una tarjeta,
vendrá después. (No es bueno recordarle a tu hermana en
su tarjeta de cumpleaños que necesitas que te devuelva la
chamarra que le prestaste).
Añade la fecha en la parte superior derecha. En la parte
inferior, escribe tus saludos finales, una coma y tu nombre.
“Con amor”, “Con mis calurosos saludos”, “Sinceramente
tuyo”, y así, son las mejores frases elegidas, considerando
cuidadosamente el tipo de conexión que tienes con la
persona. “Sinceramente”, ha resistido el examen del tiempo.
Cuando tengas dudas, utilízala.
Jesús nos mandó “que se amen los unos a los otros” (Juan
15:12). Enviar una tarjeta puede parecer algo insignificante
para expresar nuestro amor. ¡Lo es! Pero su impacto puede
parecerle como un milagro a un ser amado aislado. Además,
el recipiente puede leerlo una y otra vez, y atesorarlo como
un recordatorio de tu preocupación.
Ahora yo dependo de una tarjeta especial como regalo
para alguien internado en el hospital, con vida asistida, o
en rehabilitación. Además de ser un estímulo permanente
ahora que las visitas están restringidas, una tarjeta es más
fácil de llevar a casa que otros muchos regalos. Además
¿quién desea hurtar una tarjeta?
Ahora que ya has pensado en el tipo de tarjeta, la relación,
el propósito en escribirla, y apegándote al punto, estás en
camino de bendecir al recipiente, y a ti mismo,
¿De modo que para qué esperar? Escribe “que nos
esforcemos por promover todo lo que conduzca a la paz y a
la mutua edificación” (Romanos 14:19).+