No Más
Aislamiento
Tarjetas Como Milagros a la Mano
Por Susan B. Cella
pg. 28 — revistaluzyvida.com
Susan B. Cella es una residente
de Los Ángeles, comprometida a
comunicar creativamente para
la gloria de Dios en sus áreas
de los dones: drama, ánimo,
oración, enseñanza y hospitalidad.
Actualmente ella está desarrollando
una coalición de orar-caminando
para restaurar todos los hogares a
Jesucristo. Ella es miembro de la
Iglesia Metodista Libre de Venecia,
que es parte de la Conferencia
Japonesa de la Costa del Pacífico.
¿Cuándo fue la última vez que
recibiste una tarjeta en tu buzón?
No, no se trata del buzón de tu computadora. Estamos hablando de
escritura a mano, pluma y papel, dentro de un sobre con estampilla en
uno de sus extremos—¡no un cobro o publicidad! ¿Fue una cariñosa
tarjeta personal, el mejor y más “brillante” tipo de correo, lo que hizo que
tu alma sonriera?
Necesitamos recuperar esta forma artística de comunicación –
especialmente ahora que nos quedamos en casa y buscamos maneras de
“animarnos unos a otros y nos edificamos unos a otros” (1 Tesalonicenses
5:11). Los valores y estilos de vida han cambiado junto con incontables
aspectos de la vida hogareña. Muchos se habían ido antes de la pandemia.
Ahora, atorados en casa, muchos de nosotros vemos lo vacío que están
nuestros hogares y nuestras almas.
En Hebreos 10:24-25 se nos dice: “Preocupándonos… de estimularnos
al amor y a las buenas obras”. Mientras que “congregarnos” puede no ser
posible por el momento, las tarjetas nos permiten acatar la instrucción
del pasaje, de “animarnos unos a otros”. Las tarjetas de saludos pueden
ser un tónico agradable, dándonos una probadita de la comunidad que
tanto anhelamos. Tanto el remitente como el destinatario reciben una gota
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