Junio 2020 — pg. 27
Jeremías añade: “Entonces bajé a la
casa del alfarero, y lo encontré trabajando
en el torno. Pero la vasija que estaba
modelando se le deshizo en las manos; así
que volvió a hacer otra vasija hasta que
le pareció que le había quedado bien. En
ese momento la Palabra del Señor vino a
mí, y me dijo: ´Pueblo de Israel, ¿acaso
no puedo hacer por ustedes lo mismo que
hace este alfarero con el barro? – afirma el
Señor – ustedes, pueblo de Israel, son en
mis manos como el barro en las manos del
alfarero´” (18:3-6).
La paz de Dios que permanece en todo
el pueblo era y sigue siendo el remedio de
Dios para la esclavitud del pecado. También
es el concepto dominante que el escritor
tiene en mente. El término “bienestar” en
29:7 también se puede definir como paz.
En el Antiguo Testamento, la presencia de
Dios en medio de Su pueblo se creía que
creaba un ambiente de paz, bienestar total,
prosperidad, y seguridad en medio de Su
pueblo. La presencia de paz, como don de
Dios, estaba condicionada a la obediencia
de Israel. En el material profético, la
verdadera paz es parte de la esperanza del
fin de los tiempos de la salvación de Dios.
Para llevar de manera efectiva el esquema
elaborado y sistemático de Dios, el pueblo
de Dios debe colocar dos actividades en la
lista de prioridades de oraciones y prácticas
familiares. Primero, deben desarrollar una
estructura corporativa familiar que cultive
un deseo de que Dios esté presente en su
lugar actual. Ellos no deben orar que Dios
los remueva de sus condiciones actuales,
aunque sean lo más miserables que puedan
estar. Más bien, Dios invita a su pueblo a
trabajar obedientemente delante de Él en
oración corporativa, invocando que venga
Su presencia y cree un ambiente de paz, de
total bienestar, prosperidad, y seguridad
en todo el pueblo.
Esta instrucción no solo era la
instrucción intermedia de Dios para Su
pueblo en el tiempo de Jeremías. Sigue
siendo Su plan transicional para Su pueblo
el día de hoy. Se nos recuerda por qué este
es el caso cuando Pedro dice: “El Señor no
tarda su promesa según entienden algunos
la tardanza. Más bien él tiene paciencia
con ustedes, porque no quiere que nadie
perezca, sino que todos se arrepientan”
(2 Pedro 3:9). Pero nosotros recibimos
un sentido del deseo de Dios aún mejor
para que Su pueblo participe en esta labor
de oración en la instrucción de Jesús
a sus discípulos: “Jesús recorría todos
los pueblos y aldeas enseñando en las
sinagogas, anunciando las buenas nuevas
del reino, y sanando toda enfermedad y
toda dolencia. Al ver a las multitudes, tuvo
compasión de ellas, como ovejas sin pastor.
´La cosecha es abundante, pero son pocos
los obreros – les dijo a sus discípulos –.
Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha
que envíe obreros a su campo´” (Mateo
9:35-38).
El esquema de Dios – el plan de acción
para Su pueblo entonces y ahora – es que
nosotros nos involucremos en la actividad
de la oración corporativa diaria para que
el Espíritu de Dios reine con Su paz, que
es salvación para toda la tierra ¿Te puedes
imaginar lo que sucedería si, durante el
tiempo de la distancia social y el uso de
mascarillas, el pueblo de Dios obedeciera
este mandamiento?
El hueco más grande en la Capa de
Ozono recientemente se cerró (Visita
fmchr.ch/ozone para más detalles). ¡Guau!,
si Dios puede enmendar el hueco en la
capa de ozono, ¿no podrá sanar la barrera
racial que existe entre los hermanos y
hermanas con la familia de Dios? Recuerda
que las oraciones por la ciudad eran no
solo para el beneficio de otros, sino por su
obediencia en orar al Señor, también ellos
prosperarían de esta manera.
El Segundo propósito en el que el
pueblo de Dios se debía involucrar era
sólo en la estricta adherencia a Su palabra.
Escuchemos la instrucción del Señor a Su
pueblo por medio de Jeremías: “Así dice
el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel:
´No se dejen engañar por los profetas ni
por los adivinos que están entre ustedes.
No hagan caso de los sueños que ellos
tienen. Lo que ellos les profetizan en mi
“La paz de
Dios que
permanece
en todo el
pueblo era y
sigue siendo
el remedio de
Dios para la
esclavitud
del pecado”.
/ozone
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