Julio 2020 — pg. 25
Seamos diferentes en relación a cómo amamos a nuestro
esposo/a. Ahora, yo sé que no todos son casados o ni siquiera
son llamados al matrimonio, de modo que sólo tienes que
pensar sobre él para convertir en prioridad otras relaciones.
Para aquellos que somos casados. ¿Qué si decides amar a tu
pareja igual que Cristo nos ama? ¿Qué si fuéramos de los
extraños cuyo matrimonio prospera por 50, 60 o incluso 70
años? Mientras escribo esto, mi esposa y yo estamos a pocos
días de celebrar nuestro 21 aniversario. Se vuelve mejor con
el tiempo, pero no sin tener que realizar un arduo trabajo
y el deseo de hacer a un lado preferencias y ambiciones
individuales.
¿O qué si siguiéramos el ejemplo de Jesús, de dirigir con
gracia? Para ser honesto, sólo pregunta a cualquier padre,
poner en evidencia es un poderoso motivador. Avergonzar
un poco a un niño lo puede poner en el camino correcto: “Si
sólo te parecieras más a tu hermano…” Aquí está el problema
con poner a alguien en evidencia, no produce ningún cambio.
De hecho, lo que hace es destruir una relación. Jesús sabía
bien esto. Poner en evidencia conduce al ocultamiento, la
negación, apartarse del tema, pero no conduce a un cambio
de vida. Por otra parte, la gracia te dice: “Te puedo ver
dondequiera que estés, te puedo abrazar, y quiero ayudarte
a seguir adelante en tu fe”.
Lo que más me gusta de la iglesia primitiva es que eran
personas reales, tomaban decisiones difíciles para beneficio
de toda la comunidad. Por un período de tiempo, ellos no
eran motivados por deseos egoístas y ambiciones personales.
Es cierto que fue de corta duración. Ananías y Safira (Hechos
5) pronto entraron en escena y contaminaron las cosas, pero,
en general, a la gente le agradaba lo que veía. Había un
sentido de autenticidad, y como resultado, Dios añadía a sus
números los que iban siendo salvos.
Mientras reflexiono en lo que es común sobre las personas
que me son agradables, estas personas casi siempre tienen lo
que yo he dado en llamar, una fe auténtica. ¿Cómo se integra
una fe auténtica? Primero: Yo creo que una fe auténtica es
una fe honesta. Es una fe que se molesta con las injusticias en
el mundo y en la iglesia. Es una fe que dice: “Personalmente
tengo defectos como cualquier otra persona”. Es una fe que
dice: “Tengo algunas dudas”. Es una fe que dice: “La vida no
es fácil, y realmente estoy luchando por ver la bondad de
Dios en este momento”.
Eugene Peterson dijo: “Nosotros no nos hacemos
más espirituales haciéndonos menos humanos”. Ser más
espiritual significa aprender a vivir y luchar con nuestra fe,
honestamente a través de todos los altibajos de la vida. Lo que
he descubierto es que a las personas que llevan una máscara
no les agrada que otros sean vulnerables. A la vez que la
vulnerabilidad crea tensión en algunos, también señala una
senda a la libertad para otros – la libertad de ser una persona
en proceso, la libertad de experimentar la gracia. Yo creo que
la gente de nuestra sociedad está cansada de los cristianos
falsos, plásticos. Abracemos a un nivel más profundo lo que
significa verdaderamente vivir auténticamente.
Segundo: Creo que la fe auténtica se trata de que es una
representación fresca de Jesús al mundo. Verás, Jesús puso
en claro como el día, el plan de Dios para nosotros. Todo lo
que tenía que ver sobre su estilo de vida hasta el lenguaje que
Él decidió utilizar y las historias que contaba, reveló al Padre
(Juan 1:16-18). Jesús convirtió a Dios y el amor de Dios en una
tangible realidad. Jesús, tanto como el resto de nosotros, era
un extranjero en este mundo. Y yo argumentaría que Él era
muy extraño, pero solo en la mejor manera posible. Creo que
es realmente interesante que Jesús optara por contar historias
en lugar de disertar sobre el Antiguo Testamento para el
pueblo. ¿Por qué Jesús escogió este método? Posiblemente,
porque el pueblo ya conocía el Antiguo Testamento y creía
que lo comprendía. Su problema, como el nuestro, es que
ellos conocían la Escritura, pero no la practicaban. Jesús
puso a Dios y el plan del amor de Dios tan claro como el día.
Como Jesús, tú y yo tenemos un rol de poner a Dios en claro
delante de los que nos rodean.
Finalmente: Una fe auténtica es una fe práctica. Toma en
serio permitir que tu fe permee o se infiltre en cada aspecto
de tu vida. La fe puede ser lo mismo práctica como divertida,
así que mientras yo te animo a tomar tu fe en serio, no te
tomes tan en serio tú mismo. Aprende a disfrutar tu vida,
ríete de ti mismo, diviértete y sácale la vuelta a los golpes.
Esencialmente, la fe auténtica es la aplicación imperfecta
de los dogmas simples de la fe. Protege la unidad de la iglesia
rehusándote al chismorreo. Una fe seria dice: “No voy a tener
nada que ver con especulaciones tontas e ignorantes, disputas
inútiles sobre lo que no edifica, controversias sin sentido
porque yo sé que estas conversaciones producen luchas
y dan a luz disputas” (véase Tito 2:7-8 y 2 Timoteo 2:23).
Estas son buenas palabras para nosotros al involucrarnos en
polarizar conversaciones acerca de la iglesia, protocolos de
COVID-19, y una temporada política sobrecargada.
Si descartas cualquier cosa de tu conversación, espero que
te aferres a la oportunidad que has recibido de Dios para ser
una expresión fresca de Su amor por los amigos, vecinos y
colegas. Amigos: Yo pido por ustedes, para que Dios les dé
oportunidades divinas para proclamar claramente con sus
vidas el ministerio del amor de Cristo al mundo. Yo espero
que hagas a un lado todas las experiencias no esenciales
que tienes por el pueblo. Las enseñanzas de Jesús son duras
de por sí sin acumular requisitos extras como aprender un
nuevo idioma—a lo mejor “cristianol” — en el conjunto. Se
Sabio. Sé lleno de gracia. Esté dispuesto a salir de COVID-19
arriesgando las relaciones con personas que no se parecen en
nada a usted.+
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