Diciembre 2020 — pg. 3
Villancicos
de la Cruz
Escucha un álbum navideño de Barbra Streisand, Harry Connick
Jr. o Vanessa Williams, y es posible que encuentres la canción “I
Wonder as I Wander” (Pienso mientras Camino) que algunos
han considerado que es una canción navideña a pesar de su origen en
el verano. La canción se atribuye al compositor John Jacob Niles, pero
Niles, de hecho escribió las primeras líneas de versos que escuchó a la
hija de un evangelista itinerante, cantadas en julio de 1933: Decían más
o menos: “Pienso mientras camino, allá en el cielo abierto, cómo Jesús
el Salvador vendría para morir…”
Niles extendió la canción incompleta de la muchacha, e hizo que
los oyentes supieran que “cuando María dio a luz a Jesús estaba en un
establo de vacas”. Pero antes de que la melodía se refiriera al nacimiento
de Cristo, la canción principiaba diciéndoles a los oyentes que el
Salvador había venido aquí para morir.
En la temporada de Navidad, los cristianos tienden a enfocarse en
el pesebre sin decir gran cosa (si es que dicen algo) sobre la crucifixión.
En lugar de eso sigamos el consejo de Brett Heintzman en el artículo
de Signos Vitales de este mes, y “mantengamos la cruz en la Navidad”.
Como canta el grupo contemporaneo Go Fish, “El principio de la
historia es hermoso y grande, pero es el final lo que te puede salvar, y
por eso celebramos. Se trata de la cruz. Se trata de mi pecado. Se trata
de cómo Jesús vino a nacer, para que nosotros pudiéramos nacer de
nuevo”
El sacerdote católico Steve Granow, dice que ese villancico: Holly
and the Ivy,” (El Acebo y la Hiedra), utiliza decoraciones navideñas
como símbolos de la pasión de Cristo: El acebo tiene una mora, tan
roja como la sangre. … ´El Acebo tiene un aguijón, tan agudo como
una espina’”.
Grunow también hace notar que algunas de las melodías originales
para “What Child is This”(Qué niño es este), con frecuencia omiten:
“Nails, spear shall pierce Him through (Las espinas y la lanza lo
traspasarán). La cruz llevó por mí, por ti. Saluda, saluda al Verbo
hecho Carne, el Niño de María”. Es posible que estas frases no te suenen
familiares porque los principales himnarios protestantes — de Bautistas
a Metodistas — dejan de lado estas líneas. Por fortuna, algunos músicos
modernos como Josh Garrels están rescatando estas melodías.
El nuevo libro “Oraciones para las Ocasiones” compila reflexiones
y oraciones poéticas del Obispo Emérito David W. Kendall. Estas son
palabras de Kendall, del 4 de diciembre de 2016:
“En un niño que creció, pero realmente nunca “creció” para llenar
nuestras expectativas.
Que fue por ahí haciendo el bien,
Quien desafió los poderes que nos oprimen, nos esclavizan, y nos
arruinan.
Y quien sin duda los sobre-empoderó, pero con eso entregó Su
propio ser a la muerte, no para arruinar, sino para redimir, no para
demandar sus vidas sino para ofrecer Su propia vida”.
Kendall comprende que la Navidad no significa nada sin la cruz. Su
oración del 23 de diciembre de 2018, incluyó estas palabras:
“Entregando el Ser al Ser para buscar y salvar a los muchos,
Entregando el Ser para mostrar lo que es bueno, correcto, verdadero
y hermoso de aceptar
Desafío oscuro y mortal, para desafiar las probabilidades, obedecer
contra ellas, para darlo todo.
Hasta que quedó exhausto y expiró en un altar en forma de cruz,
estremeciéndose hasta quedar inmóvil
Con amor, entregando el Ser a las creaturas cuyo amor del poder
les quitaría la Vida”.
Al fin de un año lleno de horrores inesperados, ciertamente
necesitamos algo de “Joy to the World” entendiendo que “el Salvador
reina”, inclusive como dice Lydia Choi en el artículo Punto Focal de
este mes: “hay tormentas que pueden venir en nuestra dirección”.
Como comparte el Obispo Matt Whitehead en el artículo de Primera
Fila: “los cristianos maduros comprenden que la pérdida, el dolor y el
sufrimiento son parte de la vida”.
¿Qué tienen que ver con el gozo estas porciones tormentosas
de la vida? El libro de Santiago nos lo recuerda: “Hermanos míos,
considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas
pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia” (1:2-
3).
Alguien que comprende los senderos de la vida es Phyllis Sortor,
quien sobrevivió a un secuestro mientras servía como misionera
en Nigeria. Otra persona es el Capellán Larry Lyons, quien ha
experimentado los devastadores efectos del COVID-19 en su propia
familia y en el hospital del área de Detroit, quien ha estado en el frente
de batalla contra el coronavirus. Sigue leyendo para saber más sobre
cómo el sufrimiento no ha podido detener a Sortor o a Lyons.
Como lo afirma Michael Simmons en el artículo Punto de Vista
de este mes, el Cristo de la Navidad es nuestro Salvador y nuestro
Iniciador, quien dice: “Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que
negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme” (Matthew 16:24). No
esperes encontrar ese mensaje en una película o tarjeta postal de
Hallmark, pero es clave para seguir “el Verbo hecho carne, el Niño, el
Hijo de María”. +
Jeff Finley es el editor ejecutivo de esta
revista. Él es miembro de la Iglesia
Metodista Libre John Wesley, de la que su
esposa, Jen, es la pastora principal.
Por Jeff Finley
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