Agosto 2020 — pg. 17
muy distinto y singular sobre la relación Blancos-Negros
en los Estados Unidos que requiere una clase diferente de
conversación”.
Robert Marshall, director de la Red del Legado Africano
y pastor principal de la Iglesia Comunitaria de Los Ángeles,
actuó como moderador de la conversación, e hizo las
preguntas de los obispos y del resto de los panelistas. Marshall
hizo notar que el racismo no es solo un tema en las calles,
es un problema sistémico que afecta a cada institución
estadounidense. Incluyendo a la iglesia.
Como respuesta a una pregunta de Marshall queriendo
saber si existen grados de racismo, la Obispa Linda Adams
dijo que uno de los compromisos surgió de la resolución de la
Conferencia General de 2019 sobre el racismo, y “la dignidad
y el valor de todas las personas” es el de “reconocer y saber
que las estructuras son una parte importante del tema, así que
estamos intentando educarnos a nosotros mismos”. Adams
compartió que ella y los demás obispos recientemente leyeron
un artículo en The Atlantic, por John Rice, el fundador y CEO
(Principal Oficial en Jefe) de La Administración del Liderazgo
para el Mañana, sobre “La Diferencia Entre el Racismo de
Primer Grado y el Racismo de Tercer Grado”. Adams explicó
que el racismo de tercer grado, que es el de las letras rojas en
bienes raíces, incluyen “beneficiarme, aun sin proponérmelo,
sin saber que le hago daño a alguien, y sin embargo el sistema
me ha aventajado”.
El Obispo Matt Whitehead dijo que, aunque la discusión
de racismo puede ser algo incómodo, “como creyentes en el
Señor Jesucristo, como Metodistas Libres, somos llamados
a tener esta conversación, como ustedes probablemente me
escucharon decir antes, no es una cuestión de conversación.
No es un asunto liberal. Es un asunto del evangelio. Es un
asunto de Jesús”.
Whitehead dijo que “uno de los retos, particularmente
para los que somos parte de la mayoría Blanca, es que hemos
pensado solamente en el racismo de primer grado. … Creo
que necesitamos ampliar nuestra definición, y por la gracia
de Dios, entender que tenemos que reconocer que este es un
asunto de suma importancia”.
Cowart dijo que, para ver más allá del racismo de primer
grado, las personas pueden ser parte de una comunidad
diversa con amistades profundas que le permiten a la gente
“hablar profundamente a las vidas de los demás”. Puso énfasis
en que el Espíritu nos invita a la humildad: “Realmente
tenemos que llegar al punto donde nuestro más grande deseo
es abrirnos y ser mansos de corazón delante del Señor y
delante de unos con otros --- para decir que nuestro amor
unos por otros es más grande que nuestro orgullo, nuestro
ego, nuestra falta de entendimiento”.
Charles Latchison, un superintendente de la Iglesia
Metodista Libre del Sur de California y pastor principal de
la Iglesia Luz y Vida Oeste, dijo: “Realmente amo y aprecio
todo el asunto de un profundo llamado del Espíritu a la
humildad. Estos son tiempos excepcionales, y necesita haber
una entrega como nunca la hemos hecho antes, y creo que no
podríamos estar en un momento mejor para poder hacer eso.
… Tú no puedes tener suficiente tiempo de calma durante la
cuarentena”.
Latchison dijo que cuando él comenzó a asistir a las
reuniones de la Red del Legado Africano, él escuchó historias
de pastores acerca de conflictos, malos entendidos y de no ser
considerados para recibir cargos en sus conferencias. “Ellos se
lamentaban. Era el único lugar en el que realmente podíamos
ser más expresivos sin ninguna consecuencia, para quejarnos
y expresar nuestra impotencia”.
Michael Traylor, un superintendente de la Conferencia
River, escogido para investigar por Michael O. Emerson
y Christian Smith que descubrió que “no solo eran las
iglesias evangélicas separadas por la raza, pero que con
mucha frecuencia los evangélicos blancos, cristianos que se
identificaban a sí mismos como cristianos conservadores
tenían un problema para entender los medios sistémicos o
estructurales de casi todo. … Creo también que ha penetrado
en nuestro lente teológico”.
Traylor dijo que algunos pastores se enfocan en las sencillas
declaraciones teológicas en la Escrituras sin investigar los
temas culturales y estructurales que Jesús y los apóstoles
estaban tratando de transmitir. “Parte de lo que necesitamos
hacer es trabajar en equipar a nuestros pastores y nuestros
líderes con esta .. a falta de una mejor palabra – imaginación
teológica que te permite ver la Escritura en todos los diferentes
niveles en los que la Palabra nos comparte”.
Los líderes discutían que algunos cristianos enfatizan
una versión desviada o incompleta de la historia que hace
a un lado las experiencias de muchas personas, y podemos
no darnos cuenta que la santidad debe incluir el cambio de
nuestra cultura.
“El lente a través de la cual las personas de color ven la
historia de la iglesia y la historia del país es muy, muy diferente”,
dijo Amelia Cleveland-Traylor, una superintendente de la
Conferencia River, y uno de los miembros de la Junta de
Administración de la IMLUSA.
“La iglesia ha sido llamada a cambiar a la nación”, dijo Fraser
Venter, un superintendente de la Iglesia Metodista Libre del
Sur de California, y el pastor principal de la Confraternidad
Cristiana Cucamonga, quien citó la declaración de Harriet
Tubman que ´No puedo justificar ser libre mientras que
otros son esclavizados”. Y añadió: “La iglesia debe estar en
una posición – y con la unción y autoridad – de entrar en
la cultura y decir: “No puedo justificar ser libre en Cristo
mientras que otros están siendo esclavizados´”
Marshall, el director de la Red del Legado Africano,
también habló sobre la historis de los Estados Unidos. Dijo
que los partidos políticos se rodean de división y temor, pero
el pueblo de Dios es “llamado a ser una ciudad asentada sobre
una colina, y un pueblo que es sal, y si la sal pierde su sabor,
no sirve para nada”.