Noviembre 2020 — pg. 11
fracturado, dependo de Su Palabra perfecta y Su Santo
Espíritu para ayudarme a vivir una vida santa y aceptable
delante de Él. Cuando lo busco por medio de la oración,
Él abre puertas para mostrarme la manera de demostrar
Su rectitud y justicia hacia otros al hacer lo correcto y
anticiparme a la tendencia de juzgarlos. Si yo escucho,
Él imparte santa sabiduría y discernimiento justos,
igualitario y para honrar a Dios.
LV: ¿Qué crees que Jesús quiso decir con la palabra
“saciado” o “satisfecho”?
Estelle Martin: Después que Jesús le ministró a la mujer
junto al pozo en Juan 4, Él respondió a los discípulos que
le suplicaban que comiera, y dijo: ”Yo tengo una comida
qué comer que ustedes no conocen” (NKJV, trad. Libre):
“Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y
que acabe Su obra”. Yo creo que Él quería decir que ser
saciados o satisfechos físicamente no es suficiente, y no se
puede comparar con la llenura la entrada de la presencia
permanente de Dios, que viene de tener hambre y sed de
lo que le agrada, y tener el deseo de escuchar y obedecer
Su voz, sin importar lo mucho que la naturaleza carnal
exija que se le alimente. Hay una santa paz y una conexión
con Dios y una sumisión de mi espíritu que sabe que el
lugar más seguro en todo el mundo es estar en la voluntad
de Dios, quien nos ha enviado y nos ha comisionado
en el ministerio. Yo creo que Jesús utilizó las palabras
“saciado” o “satisfecho” para dignificar que mientras más
permanecemos a tono con el Espíritu de Dios y enfocados
en Su plan, voluntad y propósito para nuestras vidas,
querremos de buena gana, y alegremente andar en el
Espíritu y no satisfacer los deseos de la carne.
Laura Warth: Cuando yo comencé a buscar a Dios a
propósito e intencionalmente, Él comenzó a satisfacer las
necesidades que yo pensé que Brian, mi esposo, debió de
haber satisfecho. Dios comenzó a satisfacerme con paz y
en el entendido en que yo estaba. Dios fue todo lo que lo
necesitaba, de modo que llegó el tiempo para mi esposo,
él era sólo la cubierta del pastel. Removió la carga de los
hombros de Brian. Yo lo había colocado en este pedestal,
y yo lo removí. Era el lugar sólo de Dios. Yo llegué a un
lugar en el que Dios comenzó a satisfacer y saciar cada
necesidad que yo tenía, de modo que cuando le llegó a
Brian, yo estaba feliz y contenta con lo que él me podía
ofrecer. Ya sé que suena algo radical, pero ese es lo que
sucede cuando pasas horas con Dios todos los días.
Comienzas a conocerlo personalmente.
LV: ¿Cómo has sentido esa llenura o satisfacción en
tu propia vida?
Laura Warth: Yo no quiero que la gente piense que es
fácil decir eso de ser saciado porque soy casada. No
olvidemos que Brian estuvo en prisión por 16 años. Yo
no tuve un esposo aquí conmigo. Yo vivía por mí misma
por casi todos los 16 años. A los 16 años fue a prisión, a
los 19, yo comencé a valerme por mí misma. La mayor
parte del tiempo en que estuvo preso, yo estaba sola, de
modo que yo sé lo que se siente no tener a nadie contigo
como familia. Ahora después de que Brian fue liberado
yo tuve que regresar de la otra manera, y Dios tuvo que
mostrarme de nuevo lo que era estar segura de que yo
entendía que Dios es primero.
Estelle Martin: Si verdaderamente tengo hambre y sed
de justicia, Él mantiene su promesa y un pozo de agua
viva brota dentro de mí que se esparce por todos lados y
llena cada hueco y remplaza cada necesidad y deseo de
todo, excepto de más de Él. Cuando yo lo busco ferviente
y sinceramente con todo mi corazón, mente, cuerpo, alma
y espíritu. Él no nos desilusiona. ¿Con cuánta urgencia
lo quiero? Algunas veces lo ansío y lo anhelo cuando me
enfrasco en el ministerio donde estoy demasiado cansada
para pasar tiempo de calidad con Él. Luego cuando acudo
humildemente ante Su trono con un corazón arrepentido
y fervientemente le pido saciar y satisfacer la sed de mi
alma. Amorosamente me responde, vaciando la esencia
de Su Espíritu y depositándola en el centro de mi ser hasta
“Dios tuvo que mostrarme de nuevo lo que era estar segura de
que yo entendía que Dios es primero”.
— Laura Warth