de las que vivían cerca. Nuestros hijos, jóvenes y niños,
deseaban ir a aquella reunión. La matriarca que nos había
invitado era una magní!ca cocinera.
Después de la cena, todos nos reunimos en derredor
de su árbol navideño, y nosotros queríamos ver cuando
ellos abrieran sus regalos. Habíamos instruido a los niños
a exclamar “Ooooh”, y “aaaah” en el momento oportuno.
Los Martin estaban sorprendidos. Nuestros an!triones
repartieron regalos para todos—incluidos nosotros, y
nosotros no éramos miembros de aquella familia.
Tenemos que ser cuidadosos de no pensar que Dios es
sólo la versión posible de nosotros, como nos advierte
William Paul Young en “"e Shack” (La Choza, fmchr.ch/
shack). Pero cuando vemos la gracia extenderse por uno
de nosotros, es al menos un cuadro tenue y borroso de la
gracia perfecta extendida por un Dios perfecto quien nos
da ese don—caris, gracia—a quien quiera que la reciba. El
don de la gracia está en la base de Su árbol, la cruz, y tiene
tu nombre escrito en él—no importa cuál sea tu nombre.
Dios preparó y trajo el don de la gracia para ti antes de
que existieras. En 2 Timoteo 1:9-10, Pablo escribió: “Pues
Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras
propias obras, sino por su propia determinación y gracia.
Nos concedió este favor en Cristo Jesús antes del comienzo
del tiempo; y ahora lo ha revelado con la venida de nuestro
Salvador Cristo Jesús, quien destruyó la muerte y trajo a la
luz la vida incorruptible mediante el evangelio”.
Un conocido aforismo evangelístico nos dice que el
pecado nos llevará más allá de donde pretendíamos ir. Los
cristianos de acuerdo con su carácter a!rman esto: sabemos
cuán bajo pudimos haber caído—excepto que Jesús nos
guardó de caer en los abismos.
pg. 9 — revistaluzyvida.com
Prevención
Wesley enfatizó la gracia preveniente,o gracia preventiva,
en su predicación, La gracia permea el proceso de la
salvación—y vemos en 2 Timoteo 1 que la gracia precede
al proceso. Testimonios de conversiones milagrosas nos
prueban que Dios tiene un gran alcance, Jerri, una miembro
!el de la primera iglesia que yo pastoree, me acompañó en
tratar de crear una descripción física del Dios indescriptible.
Él tiene brazos muy largos, fue nuestro razonamiento,
porque Él tuvo que alcanzar lejos para alcanzarnos.
Sabemos que algunos caminos para regresar a Dios
son más difíciles de encontrar, más difíciles de negociar,
y más difíciles de recorrer. Puede que una persona pueda
regresar al Salvador desde el fondo moral y conductual del
barril, otra persona puede no hacerlo. Y por lo tanto, Dios
concede la gracia preventiva que impide que el fondo del
barril sea el punto al que todos lleguemos. La maldad y la
enfermedad del pecado parecen ilimitadas. Pero la gracia
precede al pecado, la gracia llegó primero, la gracia nos dice
la verdad de que nadie necesita llegar al fondo; pero si lo
hace, encontrará la gracia de Dios por debajo de él, podrá
levantarlo y llevarlo de regreso.
Conocí una joven que se hizo amiga mía en la conferencia
pastoral de alcance a la comunidad LGBTQ. Ella creció
en Chicago, era miembro de un hogar moderadamente
religioso (según sus palabras), y se identi!caba a sí misma
como gay desde que tenía 13 años, hizo amigos que habían
llegado a la misma conclusión sobre su propia sexualidad.
Pero en su grupo de jóvenes, ella aprendió que buscar
intimar con relaciones del mismo sexo era una violación de
las Escrituras.
Ella decidió continuar intimando con personas del
mismo sexo hasta que llegó a estudiar en la universidad, allí
ella intentó hacer a un lado todas las objeciones espirituales
que había aprendido de su familia e iglesia, encontrar a
alguien y tener su primera relación seria. Pero durante su
último año en la preparatoria, la gracia preventiva de Dios
invadió su vida.
Su grupo de jóvenes programó un !n de semana especial
de “Acércate a Dios”. Ella asistió. Dios se mostró. Y aunque
era lo último en su mente cuando accedió a ese !n de
“L! malda" # $!
%nfermeda" &e' pecad(
parece) *limitada+.
Per( $! graci! preced, -'
pecad(”.
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